domingo, 25 de marzo de 2007

SALVEN AL OCEANARIO

El 22 de febrero, Infobae.com publicó la noticia de un delfín en cautiverio en un oceanario italiano, que se estaba dejando morir de tristeza porque su entrenadora había fallecido. En la nota se apela al sentimentalismo para relatar cómo el animal dejó de comer y perdió varios kilos de peso ya que por tener "una sensiblidad especial", entró en un cuadro depresivo al notar la ausencia de la mujer.

Una primer observación debe referirse a lo periodístico: el artículo publicado por Infobae utiliza un lenguaje emotivo que roza más la ficción que la realidad. En segundo lugar, consulta sólo una fuente: el médico veterinario Julio Loureiro, director de la Fundación Mundo Marino.

Loureiro dice que lo que sufre Mary G. es "un estado de tristeza" dado que una de las características de la especie es moverse en grupos sociales estrechos. Sin embargo, la fundación que él dirige mantiene a este tipo de animales fuera de su verdadero grupo de pertenencia. Al hacerlo, está violando el reglamento de oceanarios que establece que los animales no deben permanecer en cautiverio por tiempo indeterminado.

Por otra parte, Claudia Di Mecola, una argentina que trabaja en el parque acuático italiano dijo a Radio Mitre que el delfín está enfermo desde diciembre, dos meses antes de la muerte de su entrenadora. El animal tiene parásitos intestinales y esa es la razón de su pérdida de peso.

Loureiro continúa su serie de falacias cuando compara la depresión de Mary G. con la que pueden sufrir perros y gatos, naturalizando la idea de que un cetáceo es un animal doméstico.

La noticia conmovió al mundo y el director de la Fundación Mundo Marino se hizo eco de este melodrama mediático, salvaguardando la buena imagen de los oceanarios y las "afectuosas" relaciones que allí se establecen entre entrenadores y animales.


Leé la nota completa de Infobae:
http://www.infobae.com/contenidos/302731-100796-0-Por-qué-se-deprimen

No hay comentarios: